El ruido que producen los neumáticos al rodar es de 2 tipos:
·
El
ruido en el interior del vehículo que afecta a los pasajeros.
·
El
ruido en el exterior del vehículo que afecta a los viandantes y a los
habitantes cercanos
El origen de estos ruidos está en las vibraciones provocadas por:
·
La
estructura del neumático.
·
Por el
aire en el interior del neumático.
·
Por el
aire ambiente sobre el dibujo del neumático.
Estas vibraciones se pueden propagar de dos maneras:
·
Haciendo
vibrar directamente el aire ambiente (propagación aérea)
·
Haciendo
vibrar los elementos del vehículo (propagación sólida + aérea).
Con relación al ruido exterior, está reglamentado por la Directiva Europea
2001/43 que impone un umbral máximo en función de la sección y del tipo de neumático.
Los neumáticos que cumplen los requisitos deben llevar el distintivo S en el
flanco a continuación del número de homologación. Ej.: 03508-S.
Las fuentes principales que originan este tipo de ruido son:
·
La
rugosidad del suelo.
·
El
dibujo de la banda de rodamiento.
Para reducir el ruido, los fabricantes actúan sobre la forma del dibujo de
escultura (sección y forma de los recortes y canales, paso de anchura variable
en los tacos…) teniendo siempre en cuenta el equilibrio delicado de no degradar
las otras prestaciones y en particular la adherencia en mojado.
A medida que se desgastan (desgaste regular) los neumáticos son menos
ruidosos. • El neumático liso (Slick) es el neumático más silencioso.
Con respecto al ruido interior, hay que señalar que en el rodar de un vehículo,
el suelo y el dibujo del neumático activan las vibraciones, el neumático filtra
o transmite las vibraciones al vehículo y este filtra o transmite las
vibraciones a los pasajeros con lo cual, la sensibilidad del pasajero dependerá
de la frecuencia y de la amplitud de las vibraciones.
El neumático es un elemento del confort del vehículo, que absorbe las
irregularidades de la carretera, sin embargo, puede en algunas condiciones de
utilización repercutir vibraciones, ampliar las frecuencias y estar en el
origen de problemas de confort acústico y de confort mecánico (ruido,
vibraciones volante o caja…)
Frente a un problema de vibración y ruido, tendremos que intentar aislar la
o las causas que pueden producirlo. Para ello deberemos:
·
Identificar
cómo se manifiesta (probar el vehículo), en qué eje, qué vibra, a qué
velocidad…
·
Tener
en cuenta ¿Qué se ha cambiado o qué ha cambiado en el vehículo últimamente?
·
Verificar
neumáticos, llantas, forma de desgaste, presión, equilibrado (optimizar si
fuera necesario).
·
Verificar
las holguras entre el centrado de la llanta y el buje.
·
Si hay
problemas de desgaste plantear la posibilidad de permutar.
·
Si se
concluye que es un problema irreversible del neumático, cambiarlo por otro.
Cómo saber si los neumáticos están causando vibraciones en el vehículo
Equilibrado de
neumáticos
Unas ruedas mal equilibradas provocan
vibraciones en
el volante, y los asientos. Además, aceleran el desgaste de los neumáticos y los amortiguadores y pueden provocar averías mecánicas.
Lo bueno, es que es un problema de sencilla y rápida reparación. Tampoco es
demasiado cara: el equilibrado
en un taller dura unos 30-45 minutos.
El mal
equilibrado de las ruedas se identifica porque, al alcanzar una
determinada velocidad (normalmente entre 90 y 120 km/h), el volante o los
asientos (o ambos a la vez) empiezan a vibrar.
Es importante prestar atención a los puntos en los que se sienten las vibraciones, pues
indican en qué ruedas está el problema. Si lo que vibra es el volante, lo más
probable es que el fallo esté en el eje delantero; mientras que si notas los
movimientos en el asiento, todo apunta a un mal equilibrado del eje trasero.
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